lunes, 17 de agosto de 2009

MAIS FURTIVOS PILLADOS



Los agentes de la Xunta denuncian a dos coruñeses por pescar 63 truchas en un afluente del río Grande
Autor: La Voz

Los agentes del servicio de Conservación da Natureza de la Xunta de Galicia interceptaron ayer a dos pescadores coruñeses que tenían en su poder 63 truchas, algunas de ellas de talla inferior a la reglamentaria.

Los guardas del Distrito Forestal V denunciaron a los dos hombres después de que les descubriesen las capturas escondidas en una nevera portátil que guardaban en el interior de su vehículo.

Al parecer, los presuntos furtivos operaban en un afluente del río Grande y habían obtenido los peces utilizando a caña, utilizando como escarabajos y saltamontes como cebo para sus anzuelos.
Al margen del tamaño de los ejemplares, que en algunos casos no llegaban a los 19 centímetros de longitud que fija la normativa; el hecho de portar tal cantidad de truchas ya supone una infracción de las leyes medioambientales porque el tope máximo de capturas es de diez por cada individuo con la correspondiente licencia.

Los agentes, ante la imposibilidad evidente de devolverlos al río, le han donado los peces a los responsables de las viviendas sociales de Vimianzo en las que conviven personas mayores para que sean aprovechados en la preparación de los menús.

Las prácticas furtivas se están convirtiendo en una constante en la cuenca del río Grande que atraviesa los concellos de Zas y Vimianzo antes de desembocar en la ría de Camariñas. Esta misma semana los guardas han interceptado a otros tres pescadores de Ordes, Pastoriza y Sigüeiro que portaban las cantidades de 40, 30 y 23 truchas.

En principio, los responsables de Conservación da Natureza descartan que estos individuos empleasen técnicas prohibidas para obtener las capturas. En general, los protagonistas de estos hechos suelen ser hombres expertos, dotados de una gran habilidad en el manejo de la caña.

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