La Xunta está cumpliendo los plazos previstos por la empresa Mineira de Corcoesto para la puesta en marcha de la explotación aurífera a cielo abierto que afectará a terrenos de Cabana, Coristanco y Ponteceso. Ayer emitió la declaración de impacto ambiental, que podrá consultarse a partir del lunes, y que establece un cuidado especial para el río Anllóns. El límite del área de extracción tendrá que mantenerse a 140 metros del área de protección del cauce .
La Consellería de Medio Ambiente tuvo en cuenta, según una nota de la propia Xunta, las aportaciones realizadas por entidades y particulares en el tiempo en el que plan estuvo en exposición. Una vez examinadas todas las alegaciones, el organismo autonómico establece que el proyecto es «ambientalmente viable» y se compromete a garantizar «o estrito cumprimento das medidas introducidas nel ao longo da súa tramitación». La declaración establece una serie de medidas cautelares que permitirán hacer compatible la extracción del oro con la protección de los valores naturales de la zona.
A pesar de ello, el impacto en los montes afectados por el proyecto será importante. Se trata de una mina a cielo abierto con un mínimo de ocho años de labor, a los que hay que añadir otros cinco dedicados a la construcción de la fábrica y las demás instalaciones y la reposición del terreno, una vez que se hayan agotado las reservas auríferas o ya no sea rentable seguir extrayendo el metal.
El proyecto prevé que 391 hectáreas de terreno se verán directamente afectadas. Esta superficie supone un espacio de casi cuatro millones de metros cuadrados. La producción total prevista es de más de un millón de onzas de oro, pero para conseguirlas habrá que mover enormes cantidades de mineral. Entre las medidas que habrá que tomar está el cambio del cauce del río Lourido, a causa de que su valle se utilizará como zona de relleno.
La forma de trabajo prevista es la que se conoce como minería de transferencia, porque cuando una zona se haya agotado se procederá a cerrarla con el material procedente de la que se abra a continuación, lo que reducirá notablemente el impacto visual.
El proyecto de restauración es ambicioso. El hueco final será convertido en una laguna de unas 18 hectáreas de superficie. Además, el terreno adyacente será repoblado con árboles autóctonos, que sustituirán a los eucaliptos actuales.
La empresa intenta adquirir los terrenos a 1,2 euros el metro cuadrado
La empresa Mineira de Corcoesto ha enviado a los propietarios de los terrenos afectados cartas en las que se ofrece a comprar las fincas a 1,2 euros el metro cuadrado. Según estas comunicaciones, el precio real es de 0,45 euros y recomienda que se llegue a un acuerdo antes del 31 de diciembre, antes de que se proceda a la expropiación.
El proyecto está en trámites para ser declarado proyecto industrial estratégico, lo que reducirá notablemente los trámites para su aprobación. De hecho, la empresa cuenta con empezar la fase de construcción en el segundo trimestre del próximo año.
El Consello de la Xunta aún no se ha manifestado oficialmente al respecto, pero a mediados de junio ya expresó su apoyo al proyecto, sobre todo por la creación de puestos de trabajo.
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